(Varsòvia, Polònia 7 de Noviembre
de 1867 - 4 de Julio de 1934, Passy, Francia)
Seguramente ya has
escuchado hablar de esta genial mujer, pionera en Ciencia y en muchas otras
cosas, es primera mujer en lograr el Premio Nobel, y la primera persona en
conseguir dos Premios Nobel (Física en 1903 y Química en 1911).
Sin embargo, un detalle
de su vida me llevó a darme cuenta de la calidad de persona que era, siempre
buscando la paz y el bien común.
Tras graduarse en Física -primera
de su promoción- recibe del gobierno ruso la beca Alexandrovitch que le permite
continuar sus estudios. Más tarde, gracias a su profesor Gabriel Lippmann, en
la Sorbona de París, recibe una beca de la Sociedad para el Fomento de la
Industria Nacional francesa. Y aquí deslumbra su calidad humana: al recibir el
dinero de esta beca devuelve los 600 rublos que le había concedido el gobierno
ruso para que otro estudiante pudiera beneficiarse, gesto insólito en la
historia de las becas, ¿acaso conocéis a alguien que haya devuelto una beca?
Ella empezó a estudiar su carrera a los 24 años porque no tenía dinero. Primero
estudió su hermana, y cuando acabó, entonces le tocó a ella. Y lo aprovechó muy
bien.
CREATIVIDAD Y VOCACIÓN: CIENCIA
Y ARTE
Personas así son las que
hacen avanzar la humanidad. Lo sorprendente es que, aun teniendo este ejemplo, en
la escuela superior de altos estudios para directivos sus profesores enseñen
que médicos y artistas, por ser carreras muy vocacionales, da igual que no les
pagues porque seguirán haciendo su trabajo. Si no fuera por la vocación y el
alto compromiso de estas personas en esta crisis del COVID-19 no se habrían
salvado, los enfermos en manos de vocaciones de la salud, y en casa gracias a
la Cultura y al Arte, labor de muchas personas comprometidas. Así que ya es
hora de replantearse la sociedad en la que queremos vivir: yo prefiero personas
con vocación antes que directivos y políticos inhumanos. Ahí lo dejo.
Fuentes:
Marie Curie, Adela Muñoz
Páez, Editorial Debate, 20-02-2020 ISBN: 978-84-17636-80-7
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RNE-4: Marie Curie, un ejemplo de compromiso y coraje