domingo, 14 de septiembre de 2008

PINA BAUSH EN EL LICEO DE BARCELONA

¡Impresionante! Sutil, elegante, fuerte, huesuda, fibrosa… A sus 68 años Pina continúa sorprendiéndonos con su exquisito movimiento… Café Müller, 50 minutos pasan inadvertidos, levitando sobre la música de Henry Purcell… Sublime. Los recuerdos de una niña entre las extravagancias de los personajes que habitan un café… El de sus padres. Desde el punto de vista de una inocente, niña o anciana resplandeciente, un Ser de Luz paseado por un mundo que parece no comprender nada… El primer día de Pina en el Liceo (el miércoles 10 de septiembre) los abonados del Liceo se quejaron de la programación…

Vimos a Nazareth Panadero, madrileña de nacimiento, actualmente ciudadana del mundo de la Danza quien nos contó cómo han sido sus cerca de 30 años en la Tanztheater Wuppertal: a sus más de 50 años ha descubierto que se puede seguir evolucionando, seguir dando lo mejor de sí misma, y sobre todo en colaboración con una directora de una gran intuición sobre el alma humana.

El cambio de escenario sorprendente, cerca de 30 técnicos y técnicas, en escasos 30 minutos, desmontan el café, extienden un tapiz y vuelcan sobre ell 4 contenedores de basura repletos de tierra que extienden homogéneamente al mismo tiempo que cambian los focos para el siguiente espectáculo: La Consagración de la Primavera: 16 bailarinas y 16 bailarines muestran la fuerza de la juventud y la expresividad de una magistral dirección.

Pina Baush está cansada, se le observa el gesto en la cara. Vestida de negro, escueta, altísima y extremamente delgada aunque fibrosa, Pina saluda. Me ha encantado verte. Gracias por la experiencia. En el vídeo que la cineasta belga Chantal Akerman realiza sobre Pina y su compañía, al final le pregunta: -"¿Qué le pides a tu futuro, cómo te lo imaginas?” Y Pina responde: -“Sólo le pido seguir teniendo fuerza”.

Lo vimos en Barcelona, en el Mercat de Les Flors. Ya no quedan entradas para el espectáculo de hoy. Esta noche una estrella brillará sobre nuestro cielo, tanto como la Luna Llena. Gracias Pina por creer en las Personas y en el Arte.

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