Alguien la ha comparado con La Giganta sobre la cual quiere descansar Baudelaire “como un gato voluptuoso a los pies de una reina”... Su aire tranquilo bien podría permitirlo, pues Liliana Felipe es una mujer de figura alta y corpulenta, con un toque de vividora cosmopolita repleta de ironía que asoma tras el brillo de sus ojos. La cita del viernes del Festival Magdalena es en el Casal del Metge (La Casa del Médico), un espacio un poco kitch sobre cuya escena reposa un piano negro de cola. Liliana aparece en el escenario con un traje blanco de pantalón bombacho y zapatos de tacón negros a juego con su ropa interior... Que nos preparan para el espectáculo, próximo al Café Teatre o al Cabaret Berlín, concebido para una sala pequeña, con un auditorio cercano, intimista y entregado que le “tire de la lengua” incitándole a seguir cantando toda la noche sobre su piano... Sus manos se deslizan sobre el teclado y lo acarician con fuerza, con elegancia y sutileza en algunos momentos... Y su voz desgrana melodías con aire de tango o ranchera mexicana y me recuerda a los cantautores franceses Leo Ferrer, Jacques Brel, o incluso a Paco Ibáñez, El Reverendo y el Gran Wyoming... Sus letras, frescas, agudas, incisivas, jocosas...Resplandecientes... Y nos canta a capella un emotivo tema de amor...
Liliana Felipe es descendiente del poeta de origen español León Felipe y de él hereda la franqueza de mirada, la dignidad y el aplomo que otorga el vivir sin miedo, manteniendo el pensamiento libre e independiente de modas o etiquetas... León Felipe se fue a México en el año 1922; cuando estalla la guerra en España regresa para luchar en el bando republicado. En 1938 se exilia en México donde es reconocido como agregado cultural de la Embajada de la República Española, la única embajada reconocida en México durante los primeros tiempos...
En uno de los bises le pide a su amada Jesusa Rodríguez que suba a la escena a cantar con ella, e interpretan una parodia “chingosa” de lo que harían si una de ellas dejara de amar a la otra... Al concluir se besan amorosamente. Jesusa, mujer de teatro también y profesora que ha dado un curso dentro del Festival Magdalena, es una de las mujeres más influyentes de México, mujer sin miedo, con un bagaje muy potente: Beca Guggenheim, Beca Arts and Humanities de la Fundación Rockefeller... Ambas regentan El Hábito, “Teatro Bar Paraíso de la Idiotez” –como dicen ellas- Cabaret ubicado en Coyoacán, México DF.
http://www.elhabito.com.mx/liliana.html
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